julio 21, 2013

Se avecina la guerra

Se avecina la guerra y el gusano
en la manzana sonríe al alba,
mientras tanto yo me corto las manos.

Ayer, sumido entre fieros pensares
y las convulsiones de la resaca,
descubrí en mis ojos todos los mares.

Y a la espera la artillería cruel
evocando pólvora y municiones,
y a la defensiva el pecho y la piel.

He estado frente al vaso meditando
sobre todo aquello que me hace bien
a pesar de estar inmerso en el daño,
he estado exhausto en mis ganas soñando
con paredones y un signo en la sien
que me espabile del fiel desengaño.

Y la metralla a lo lejos embauca
esta furtividad de la caricia,
esta voz, este beso, esta causa.

La guerra se avecina bien lo sé,
y en ella la guarida de tus labios
que no han de preguntar por el después.

Ayer, entre el recuerdo y la hojarasca
me han saltado la ausencia y el deseo,
para escribir sobre tus alas blancas.

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