julio 09, 2013

Pensares

I

Entrada la noche
a las puertas de un cielo
con su lacerado credo,
mirando las aceras,
los rostros sin alma,
las flores que han de crecer
entre una calavera desierta.

Los vagones de los sinpatria
cada vez se llenan más temprano
y en los andenes huele a morgue,
a repulsión, a nubes de gas butano
adormeciendo los sueños
deshilachados de aquel tiempo
mejor, llamado pasado.

Seamos los locos que yacen
tendidos al vicio y al suelo,
entrada la noche
a las puertas de un cielo
tan tristemente perfecto.

II

Hemos andado con la boca
desgranada y rota
por donde el mirlo
pasa a revolotear una muerte
entre humaredas y copas.

Hemos sido los nunca vistos,
los que se han doctorado
en el oleaje del carmín
del beso que se esconde
entre el cañón de un fusil:
hemos sido sin siquiera ser,
hemos recorrido la luz
de todas las bombillas
apagadas al amanecer,
como una daga en las costillas
del demonio subido a una cruz.

Hemos sido copiosa nada
y paredes encaladas
de un verso cabizbajo
que aún baila de noche
escuchando una necia balada.

III

Aquella vez aprendí
que nunca será necesario
llamarle "Puerco" a un policía.

Hoy recordé aquello
de la mocedad de mis días.

IV

Anisakis trae la panza del cardúmen
de las noches con hambre
en las que busco un bocado de futuro
o al menos una bola de estambre.

En mis ganas vueltas pan duro
he esbozado hoy sin mayor destreza
un "Con lo bien que me haría
tener un par de besos en la despensa".

V

Nos jodemos la vida, las aves
que buscan nido, el talante
si podrido enmaraña un salve
donde las hojas mendicantes
sólo crujen sin mayor alarde.

Acusa una boca en mis labios
una razón que sabe dulce
y apenas tiene noción del diablo.

Y nos jodemos la boca y las manos
furtivamente entrelazadas, el pecho
en cofradía, las agujas del levante,
las ganas calcadas, la luz del día
en la oficina, los sueños maltrechos
que nos delatan mortales y cobardes. 

1 comentario:

Arya dijo...

No queda más que ser fantasmas..
entre copas.. y otras cosas rotas,
adictos a la falta..
al espacio de los recuerdos,
mendigando.

Salud Sr Gato.. no queda otra, salud!