julio 24, 2013

La vida es dura

La vida es dura
y no sólo para un tipo
como yo o como tú;
a cada paso van cayendo
las cabezas de los segundos
que huyeron de los minutos
y estos, a su vez de las horas;
mientras la muerte viste un diminuto
conjunto de sangre y tul.

Muy a menudo me escondo
en la humareda de los grises
que felices surcan el aire,
bebo un trago, suelto un abrazo
sin mayores directrices
que el de saberme nadie.

Incluso la nada reconforta
cuando es el pecho la casa
que vacía espera
ser sometida por la seda
de una triste mordaza.

Las aves sin embargo
piden un taxi
que las conduzca
al sur;
las escopetas
se enamoran
del cielo azul.

Tú, que de la locura
sabes lo mismo que el científico
que busca para VIH la cura,
no hallarás un final beatífico.

Así que no vengas a joderme
con la idea cansina
y destetada
de un tiempo mejor,
los gusanos no distinguen
entre el ganador y el perdedor.

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