octubre 16, 2011

Pese a mi noche en vela

Pese a mi noche en vela, a mis demonios, mis quimeras,
al cieno inveterado arrastrado en los necios pies,
al clamor enlutado, a mis extrañas maneras,
a mi vaga percepción sobre la ley de Moisés.

Pese al cielo teñido de amaneceres rojos,
al humo que me envuelve, a mi reloj inclemente,
a mi vicio en el vaso servido sin cerrojo,
a mi talante expuesto a las horas indecentes.

Pese a mis sueños blancos, a mis negros destierros,
al hueco en las entrañas condenadas al huerto
donde el fruto prohibido, causa el sabor a yerro
y la lengua se escalda ante el saberse ya muerto.

Pese a la Luna llena, a este sentimiento ajeno
en el que soy y no soy del todo, casi total
a media luz, perdido, desgajado y bueno
como aquel que predica su verdad aún más letal.

Pese a mi letra en llanto, mi sonrisa se clava
en tardías auroras, en mármol cincelado,
en el de vez en cuando, en la ignorancia más brava,
en el latido alegre del ciprés enraizado.

1 comentario:

Coeli L. dijo...

Pese a todo eso estás, sientes y existes.

Brindemos por eso!

Mi abrazo desde una luna desteñida