octubre 12, 2011

Duermen las nubes

Duermen las nubes entre su bóveda celeste
y las calles se agrietan cuando mi luto es este,
el del verso en la piel clavado como alfileres.

Mientras tanto se me caen los ojos a pedazos,
mi alma termina de hacer maletas de retazos
de sueños, de un suspiro envuelto en anocheceres,
de un despertar con la resaca anclada a un vendaval
fiero y huraño, de un soliloquio en funeral
donde el muerto es uno, sin mayores menesteres.

Y duermen los niños, las señoras atareadas
durante el día, los vecinos, las embajadas,
las misivas en el cajón a ninguna parte,
los hospitales, los tristes parques, los jardines
cercados de espinas, la oscuridad de los cines,
el hombre que en la Luna ha perdido su estandarte.

El mundo sin saber de su agonía ahora duerme,
y yo que sé la mía, velo mi pecho inerme.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Tan triste como real.
Me quedé pensando en cuantos disfrazan de supuesta "compañía", la más dura soledad.
Besitos Gabriel.

DaliaNegra dijo...

Es lo que tiene conocerse...trae su carga de dolor...
Desde la noche mediterránea y viendo Blade Runner, besos***

Mondragón de Malatesta dijo...

Desde hace mucho que no pasaba por aquí, suele decirse que mi tiempo me tiene atrapado, por mi parte me gusta decir que ando muriendo mejor. Me da mucho gusto enterarme que sigue escribiendo, y de qué manera mi estimago GatoPardo, de qué manera, un gran abrazo, y una copa por cada corto que he leído esta noche. Aquí Mondragón, allá Usted.

Ardaire dijo...

Ah! la agonía, la noche y la luna y este mundo a medias.
un abrazo muy fuerte desde Barcelona en donde mañana me voy al 15O por el cambio mundial! Una bella esperanza que nos calienta Gato.