Vuelvo en medio del humo, por la noche agobiado
por que no me cantan los grillos, por que ha llovido
sin gracia de diluvio, por el llanto que se ha ido
a las cloacas sin fondo, al silencio hoy perpetrado.
Y bebo un poco, como es mi tajante costumbre
cuando el todo se resquebraja; miro por doquier
y me doy cuenta que duermes, sutil como cualquier
criatura, mientras a mi me devora la lumbre.
Vuelvo en medio de una letra, que siempre vacila
y dice lo mismo, aunque el sentido sea distinto
a la pretensión de pertenecer a lo extinto,
a la resequedad de la muerte en la pupila.
La oscuridad, poco a poco me atrapa, me carga
a la espalda un grito que desaparece al alba,
cuando mis labios, enmudecen en tonos malva
que tanto duelen y el primer destello amargan.
3 comentarios:
mientras tengamos dónde volver el tejado aún no se nos cae
Besicos gato!
Quien les prestará los ojos a quién...
No hay palabras parecidas, solo dolor en ellas que se intensifican con el correr del tiempo.
Nos resignamos y seguimos en la oscuridad, o arrastramos al menos los pies para que avanzar al menos sea el incio de un cambio? ;)
Besitos Gabriel
p/d No imaginas lo felíz que me siento, cuando te veo asomarte a mi blog.
Gracias!
"cuando mis labios enmudecen, en tonos malva"
fiuuuuu...
mi aplauso
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