marzo 28, 2011

Fragmento autobiográfico #7

Yo
mismo,
animal
y humano,
el hombre,
la bestia,
gato.
Yo,
loco
y cuerdo,
abnegado
reseco,
el muerto
vivo.
Yo,
el vil
salvador
decadente,
borracho
calmo.
Yo,
noche
y tragos
esperando,
el día
mortal.
Yo,
fuego
y brisas
atizando,
estertor
blando.
Yo,
joven
y viejo,
nacarado,
ennegrecido
y macilento,
eterno bribón
anclado a las letras
que no serán etéreas,
sino vagas y mundanas
entre licores y esencias
que sacan demonios y pasiones
del cesto, de cloacas caducas, burdas
canciones que al mar y a la sal recurren
en tiempos inquietos, en los días bastardos
que no apetecen, siquiera una pizca de gloria
de un sol que no queme la espalda lacerada,
jodida y extasiada por placeres
de un rato, cuando sin remedio gato
y olvido al humano encantado,
con la sombra que me produce
el mismo cuerpo enraizado
y tan petrificado,
al feroz asfalto,
a la luna ahorcada
entre cinismo
y tabaco;
entre ron
blanco.
Yo.

4 comentarios:

Charcos dijo...

Tu

wow y aplauso

Elena dijo...

reverencia

Ánima dijo...

Dónde quedamos para tomarla, amigo????

Ufff, menos mal...por fin alguien que bebe!!!!

Me apunto a una copa, sip, aunque tu al ron lo que yo al whisky, vale?

Ya que estamos aprovecho para decirte que tus letras siempre me atraviesan, amigo, siempre lo hacen.

No dejes de beber...ni de escribir.

Ío dijo...

Yo te leí siempre esto que has escrito.
Hoy te abrazo a ti, por si lo necesitas.
Gracias por el tuyo sobre mi piel.

Creo que voy a irme, mi señor GatoPardo; toma conmigo un último trago, maullemos a la luna hasta que la dejemos sin luz.
Un beso, entonces, Gabriel

Ío