marzo 16, 2011

Es la misma cumbre

Es la misma cumbre, la del caos diario
en los huesos arraigado, queriendo
salir de la sujeción del horario
donde las sombras, perviven muriendo
entre auroras cinceladas, clavadas
en cada ojo, entre las uñas mugrientas
que se aferran a la luz descollada,
a una verdad triste y corpulenta.

Escribo desde el mismo sitio, tardo
en concentrar la esencia, y me embargo
de polvo y vagas ideas, aguardo
sereno con la parquedad que cargo
por doquier, con mis letras reveladas
pidiendo ese final que aún no ha llegado,
con esa pasión siempre trasnochada
buscando un cielo de estrellas plagado.

Por que hay fantasmas, demonios, quimeras
aglomerando el mismo espacio, tinta
y papeles con los ojos de fiera,
luz que se filtra ajena y distinta,
el mar a distancia que me ha olvidado
a cada sorbo del vaso, cinceles
que no hallan piedra, a la fuerza oxidados
y el más extraño aroma a claveles.

Hay también -no pudiera yo negarlo-
amores que han visto el final de tajo,
caminos vencidos por tanto andarlos
descalzos, vestidos con los andrajos
de la letra, de los necios pulmones
que en respirar han de insistir, malsanos
sentimientos ahogados en razones,
de un reptil nocturno, audaz y profano.

7 comentarios:

Ardaire dijo...

Anoche soñé esta frase que te dejo:
Fui arrojada al infierno pero siempre vivía en mi el recuerdo del cielo y debía ser por algo.

Aprendiendo de todo vamos.

Un beso

perfecto herrera ramos dijo...

Qué buenos versos, Gabriel. Es leerlos y las ganas de coger la pluma y explayarse es todo a una.
Me congratulo de leerle desde la soledad de este otro tejado.

Un abrazo.

Elena dijo...

Vale; a la porra éso de lo bueno si breve dos veces buenos.

Anónimo dijo...

Sin vueltas...quién te lastimó tanto, como para que no puedas dejar de "sobrevivir"?
Besos Gabriel

Sabina dijo...

wow... arjona se queda corto...
(es broma) magnifico...

Ío dijo...

No sé qué decir, y no sé qué decir; y puedo volver a escribirlo otras tantas veces sin que nada, y no es verdad, quiera, pero es que me has dejado totalmente llena de poesía, y no quiero dejar salir ni un ápice.
Un beso, Gabriel

Ío

Arya dijo...

Hoy me siento mirando todo desde abajo... al menos, tu desde ese silencio lleno de ruido y vida... escribes.

Es todo un viaje leerte... siempre conmueves.

Salu.. dos :)