agosto 09, 2010

Me cautiva

Me cautiva el olor del tabaco quemado
cobrando vida entre los labios,
el fuego que florece en su punta
lanzando al viento hermosas volutas
que algunas veces van y otras vienen,
pero que esta noche me entretienen
con su forma entre penumbras,
buscando en el cielo la abertura
suficiente, para ligar la mortalidad
al enigma impoluto de la divinidad.

Me cautiva mi mirar entre humareda
al cabo efímera, que ya después se aleja
y se dispersa, por que me deja el tono gris
de la conciencia que muy a mi pesar adquirí
postrado siempre en aquella ventana
atizando pasiones a esa edad tan temprana,
envuelto hasta los huesos de silencio
recurriendo al alquitrán como analgésico,
con su efecto presto y somnífero
que al final, lo se, será mortífero.

Y más me cautiva por que el Mar
nunca habrá de apagar su fuego,
ni el candor que se asemeja al ruego,
de mis noches podrá alejar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Detestto el humo del cigarrillo, pero en este caso haré una excepción y me fumaré el tiempo contigo...
Besos

Ío dijo...

Divagas envuelto en raudales de humo, te ensueñas silencioso, etéreo, gris, sonámbulo, funesto, (¿absurdo en tu cabeza?).
Hoy (bueno, no hoy) eres gato sombrío, el título de tu blog hace justicia
ummmm
Un beso, G.

Ío