agosto 16, 2010

Ensueño (Fragmento #11)

Te tengo bien sujeta en la mente, lo se, y al cerrar los ojos no desapareces. Me recuesto en el sofá que de aromas incendiados hace gala, alcanzo el vaso a la mitad y de él sorbo un trago, mientras los astros en el cielo siguen pasando sin respingar de la hora, sea de noche o sea de día; pero yo en todo ello te veo, te siento, te respiro y me propongo a catar tu aliento, licor de edénicos frutos, almíbar escarlata de tu sangre con etanol exquisítamente coronada. Ensueño, tan sólo ensueño despierto cuando aquí no estás, derrocando mis murallas por las que se entreteje un viento fresco que me perfuma con sus notas empapadas de tu ausencia, de éste exceso de caos que arremete con fulgores contra mi codiciada mentira, cuando en tu vientre mis pretensiones palpitan y que desesperadamente, cuando no te tengo sin más remedio recuerdo, para sentir ese efecto calmante y soporífero, el estupor de la paz. Vuelvo a alcanzar el vaso, pero esta vez su elixir se ha terminado...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuanto dolor llevas dentro.Lo peor, es que cmg llevo el mismo.
Besos