julio 30, 2014

Ya no se si eres o fuiste

Me llamabas Amor, de noche
y por aquellos andares de gris
en los que descalzos, mirabamos
el rugir de las piedras anidadas
en las coyunturas del viejo pasado
que de espinas la frente nos marcó
y el pecho nos hubo coronado.

Me llamabas Amor y los sauces
o los abetos -no lo se de cierto-,
invitábanme a los verdes eternos
de sus hojas con el tenue cantar
de los gusanos que ya me comían.

Yo ya no se si eres o fuiste, prendida
y desbocada a la comunión de mis ganas,
un retoño de sal en las paredes
que ahora tanto me miran callar
mientras se apaga de pronto mi llama.

Me llamabas Amor y tu boca de luna
resplandecía albores venideros
y la arrogancia de muertos te quiero
que flotaban en mi habitación
tan llena de poetas azules e inermes.

Me llamabas Amor y me bastaba
para dormir tranquilo de escaleras
que nunca llegaban al terrible cielo
por el que brindaba, si acaso soñaba
con cualquiera que fuese el dios
que cinceló en canela tus pechos.

Yo ya no se si eres o fuiste, bendita
apología de esta indecente locura
o graznar ambarino de los cuervos,
ya no se si entre el hedor de mi letra
seas ahora tú, o sólo tu recuerdo.

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