mayo 21, 2013

La voz de la tormenta

"A menudo comienzo a escribir con la luz apagada, mientras fumo y degusto mi fiel tabaco en la antesala de la ausencia que no hace más que llevarme a la sinrazón de ser yo mismo.Todo esto, recién servido el segundo trago y sentido el séptimo escozor en las entrañas que me sangran de tanto frotarse contra las paredes...y sin embargo algunas veces ante tal espectáculo, me siento decadente y sonrío..."
Gabriel Salinas.


La voz de la tormenta a lo lejos
resuena y en la cadera sostenida
por clavos, ha de doler un fragmento
incrustado de lo que fue mu reflejo
en aquellos días en que los pastizales
lucían las promesas del verde eterno.

En los espacios de silencio
que anteceden los eléctricos truenos,
yace una gota cristalina de lluvia
que tiembla ante la historia
del cobarde que nunca saltó
anclado a la letalidad del miedo.

Y mientras el todo muere
yo persisto en la tarea del arrabal
envuelto en letras y palmadas
en el hombro que nunca llegan,
bajo esta llovizna triste y salada
que el destino me comparte,
cuando escribo en soledad.

 La voz de la tormenta a lo lejos...
-la escucho, la sé, la presiento.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Le he estado leyendo y he de aplaudirle el verso porel tono sentido que lo enmarca en la manía del borracho con vocación de imbécil!!
Saludos desde la tierra, desde los suelos que pisa que pisa aquel que de las letra no vive...

Gato Pardowski dijo...

Sea feliz, compañero, si es que puede. Le dejo un abrazo...