abril 21, 2013

No han de mentir

Mis bolsillos, según la tendencia
irremediablemente van a la baja,
mi poesía, ésta tan mía y tan honesta,
precise una supuesta alza de la que nadie
rumora ni dice nada,
a mitad de la segunda ronda de copas
en la que el mundo se me deshace.

No han de mentir las estadísticas
ni los mercados internacionales,
ni el capital con su sombra mística
que devora la luz de los arrabales.

Mi pecho, cada vez más viejo
esboza un suspiro maquillado
de estertor y voluntades últimas,
en las que pretende perderse
por siempre entre las fauces del lobo,
cuando la plata acuñe mis ojos,
para no mirar el pasado moverse
sobre los lagos manchados de  reflejos.

No han de mentir, los doctores
de bata blanca con negros diagnósticos,
ni la enfermera de largas piernas
que augura Muerte en mi pronóstico.

Mis manos, ya cansadas del la vida
a costa de los vicios desdentados
y podridos en medio de la locura,
dibujan signos a manera de palabras
en las que a mitad de terribles noches
buscan fieras el silencio y la cura
que no demerite el abracadabra.

No han de mentir los adentros
que sulfuran paz y mediodía,
sobre la belicosidad de los picos
en los que busco una fiel cofradía.

No hay comentarios: