octubre 12, 2010

Cavilaciones (Parte III)

En noches como esta, me da por beber
por darle al alma un poco de libertad,
aletargar la razón, enmudecer,
abrirle el paso de tajo a la verdad.

El corazón sabe lo desconocido,
lo intuye, desde lejos reconoce
la huella no dada, ese pie empedernido
que gusta del infierno, de su roce.

Bebo pues, escribo y vuelvo a beber
y siento entrar la fría marejada,
la espuma trae tardío el amanecer
entre letras y perlas nacaradas.

No es mi deber, y sin embargo lo hago
desde aquí, desde el mismo aciago lugar;
el mismo vaso, con el mismo trago,
con el vicio mareado de tanto andar.

3 comentarios:

DaliaNegra dijo...

Y siento entrar la fria marejada...bello...
Un beso,gatopardo.***

BLANCA LIBIA HERRERA CHAVES dijo...

BELLO POEMA... DE REPETIR DESPACIO... GRACIAS POR COMPARTIRLO...

UN ABRAZO...

Anónimo dijo...

Es increible, no bebo pero me reflejo en muchas de tus letras.
Como sería si mezclo las palabras con el alcohol? Mmmm, sería algo así como largar todo lo que en verdad llevo dento, no?
Besos