junio 23, 2016

La muerte es una vorágine

No hay mucho que hacer a estas horas
sostenerse con las manos la quijada
beber un poco
declarararse como loco
escribir sobre del todo dentro de la nada
esperando el albor sin aroma de rosas.

Mi principal problema es
el estar donde no soy
y el ser donde no estoy
cuando gato y cuando hombre también.

Mucho me aterra que la verdad
que por tanto han profesado mis manos
me de de pronto un fiero revés
y me halle en la mentira mendigando
un medio día cualquiera en sobriedad.

Es cierto que no me hace bien beber
principalmente a mis cocidas tripas
pero al menos me hace dormir
y dejar de pensar penosamente en la vida.

Pero no hay mucho que hacer
a estas malditas horas
cuando se ha nacido con la idea
de irremediablemente perecer
entre versos y salvajes olas.

La muerte es una vorágine que vida crea.

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