julio 30, 2011

En el ocaso de la noche

En el ocaso de la noche
el mismo demonio de Mujer viste
y lanza besos al aire,
aprieta el culo haciendo derroche
de coqueterías insanas y terribles,
mientras esconde tras de si un sable.

Salva sea esa parte que el diablo
de mí, a pesar de tanto vicio desconoce.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Será que coincide el uso que yo le di a la palabra sable al leer estos versos con las intenciones por las cuales pretende el autor ser interpretado?
Me valgo de los vicios