Y me imagino tus ojos abiertos
en plena noche, mirando por doquier,
buscando los fértiles valles, cualquier
signo inequívoco; agua en el desierto.
A ti, los sabios dioses te han brindado
el poder de esa belleza autónoma,
que no es más que una señal astrónoma
de un verso fiel y autoembelesado.
Si habrás nacido en un bello rosal
me pregunto, entre dos suaves espinas
blandiendo el tiempo; el agua cristalina
alrededor de tu mano en manantial.
Por que la luna, siempre me lo dice
cuando a todo su rigor ha de embrigarme,
con su blanca luz y empeña a darme
tus letras y el sueño que predicen.
Y me imagino tus trazos, sutiles
navegando por el blanco del papel,
mostrados sin el acuse de arancel
ni cartucheras, cargando fusiles.
...
(A manera de reconocimiento
y humilde agradeciemiento)
2 comentarios:
...yo, Gabriel....creo que me ha comido la lengua un gato y....no acierto a responder del todo bien, o como quisiera hacerlo.
La sorpresa, porque lo es, y mucho, y me ha encantado, me ha dejado trastabillando versos para ti...
Yo, que me imagino a la derecha
del margen, en ese borde precipitado
que queda después de llover, donde
las rosas no huelen a nada, y escribir
es irme de mí hasta llegar, si no estoy,
donde nunca he de ser.
A mí, que nublo los ojos, y los ciego
para ver, para escuchar como se rasga el blanco,
cada vez que un verso es espina y me rompe
la piel, que no intento cambiar la luna
por un sol de enésimos rayos, y sólo del humo
del agua reflejada mis labios aciertan a beber.
Yo me imagino, a ti, dejándote vencer
por el enmarañado caudal que tus sienes delinean
entre utopías y resacas de tinta,
acaso delirado, borracho de la noche extrema
que se enamoró, malherida y renunciada
en su propia ausencia,
de ti.
Gracias, porque me reconozco en tus palabras, y a la vez, te reconozco a ti.
Un abrazo, un beso, Gabriel
Ío
(con tu permiso lo guardaré todo en mi cajón)
Y yo os doy las gracias a los dos por inundar de belleza este espacio.
Sin duda hoy lo necesitaba
Un abrazo
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