Que no te sirva de estrategia
esta verdad que llevo en los bolsillos,
por que es mi verdad quien a diario miente
con la franqueza más vil del demente.
Ayer me hubo matado la certeza
mucho más que un par de veces
mientras bogaba a contracorriente
por sobre un mar de textuales caricias
que expiraron desde que perdí
la voz y en la mirada la grandeza.
Pero un volcán es mi tétrica virina,
mis ganas son comidas por ratones,
mi vicio elucubrado por crestas marinas
y mi amor se envuelve en malvas pasiones.
¿Qué más da si me muero o me matas,
si me pateas el culo o la boca me besas
si el reloj no para y la noche es siempre
lugar para fatídicas empresas?
La vida es dura, un día me dijeron
y yo tan sólo asentí con la cabeza.
No sabía cuan dura era,
no sabía el valor de la belleza.
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