enero 08, 2010

Miedo

Miedo el tuyo,
el de encontrar frente al espejo
al despertar,
tu rostro transmutado
en el mío.
Mirar tu cuerpo y tocarlo
con esas, tus manos
que de pronto son mías
y no poder siquiera
liberar al cielo un suspiro.
Miedo el tuyo,
el más nocturno,
el que te lleva a bajar
la mirada, cuando en lo alto
la Luna, brilla airada
y al oído te murmura
tan solo mi nombre.
Oler mis dedos
justo después
de tirar el cigarrillo,
después de sentirlos
quemantes dentro
de tu vientre.
Miedo el tuyo,
el dulce y diurno,
el que te impide encontrar
mis ojos entre el tumulto,
fijamente mirando tu escote.
Mi barbilla astillar
esa divinidad encontrada
en el nacer de tus pechos.
Miedo el tuyo,
a que jamás mis labios
se posen sobre tus pies,
que mi lengua
en arrebato lascivo,
encuentre de lleno
el sabor concupiscente
de tus caderas.
Aventurarte a cerrar los ojos,
aventurarte a creer.

4 comentarios:

Éric Marváz dijo...

Estupendo Gato, me ha gustado mucho, debemos platicar acerca de tu obra, de verdad. Debes explotarla un poco más. Hay que charlarlo.

Un abrazo.

Marváz

Ardaire dijo...

Me gusta. Saludos*

JaZ dijo...

Nunca pensé que tuvieras ese talento.
Felicidades

Ío dijo...

Si, me gusta mucho leer aquí
Esto último ha sido ... diría precioso, pero no es esa la palabra adecuada al sentimiento