enero 06, 2010

Merienda

¿Por qué será, que cada vez que escucho la palabra razón, racional o razonable, últimamente empiezo a sentir serios síntomas de un razonable deseo de perder la razón?
Luis Eduardo Aute.
"Waltzing Maldita"
Comencé por tirar mis entrañas, al más profundo de los abismos citadinos, llamados cloacas. No han de servirme más, no han de ser cosa ya de mucho valor en estos tiempos, que etiquetan todo y a todos, con una calcomanía que oscila un rotundo precio.
Poco después, siguiendo a cuestas mi propio camino, tiré mis manos una vez cortadas en pequeñas piezas, y con ellas mis cigarrillos. ¿Para qué habría de quererlos ya, si no podría sostenerlos?. Las arrojé a los perros, a aquellos que tan furiosamente por las noches me ladraban, y no hicieron más, que acercar sus hocicos y con sus narices, después olerlas. ¡Malagradecidas Bestias!
Seguí mi camino, a paso firme y ensimismado. Era el tiempo de arrojar mi boca, aún con la espuma de la rabia por no querer, ser abandonada. ¿Qué más me daba? Ella nunca se tornó protagonista en mis días, y mucho menos en mis noches. ¡Al Diablo pues con ella, que si a caso regalo un par de sonrisas.
Llegue a casa, y ubicando el pasamanos de la encalada escalera, me deshice de mis ojos, ¡Y qué dolor! Subí al segundo piso y me dispuse después de, a fuego lento cocinarlos, encontré la falsedad de aquella frase que dicta, que de la vista nace el amor. Un poco de sal y el cubierto de plata, que así he llamado solo por su asemejado color.
Una vez merendado, saqué a tiras mi corazón, aún jadeante y palpitando y tan solo me recosté, a esperar el tren más próximo a la razón.
Dedicado a Mondragón de Malatesta,
por su oscuro misticismo en este vicio de las letras.

1 comentario:

AOG dijo...

Es curioso el perro. Nuestro mejor amigo, y, a la vez, un ser al cual maldecimos y utilizamos como insulto para hablar mal de los demás.

¿No es esto prueba de lo mal que nos gestionamos los humanos en general?

¿Puede una cosa ser buena y mala? ¿no se auto cancelaría por se así? Y entonces, si se es dos cosas a la vez, ¿por qué no le buscamos un nombre nuevo? Creo que la humanidad no está por este nuevo concepto. Las dicotomías no nos gustan desde hace siglos...

Diría que tampoco las trinidades...