enero 16, 2022

Dos cosas

Hay dos cosas que me aterran:
la duda y el silencio
eso lo tuve claro entre los bares
cuando dejaba de sonar la música
y yo ya estaba demasiado ebrio
cuestionando mis recientes decisiones
y entonces la duda me apuñalaba.

Es por ello que escribo pues el verso
no hace más que documentar mi vida
contada desde lo más certero
que he podido ser a pesar de mis vicios
y de la insensatez que en mi denota
cuando siento con las tripas
y relegó el latido de mi corazón.

Escribo porque es justo ahí
donde tarde o temprano me encuentro
cuando me leo y es así entonces,
que comprendo mis andares, mis pausas,
mis enojos, mi amor siempre arrebatado
y la necesidad de hacer el bien
aunque a veces haga daño mi letra,
aunque jamás ha sido pretensión mía.

Pero sabes, tengo un talento
que nada vale para el mundo, pero es mío
y también es una necesidad burda
que actúa como válvula de escape
y que me resulta como autoaprendizaje,
pues en todas estas peroratas nocturnas
solo soy yo, desnudo y escribiendo,
despeinado y algunas veces ebrio
pero siempre apasionado de mi latir
porque eso me diferencía del mundo
y yo no quiero pertenecer a la horda vil
de imbéciles que viven por inercia,
porque yo tengo un corazón distinto,
un corazón que no da tregua
ni admite la duda en lo que siente,
un corazón que late a quemarropa
enamorado y que jamás sabrá del silencio,
porque latir es su estoica misión.

Estoy sumamente cansado
y sé ahora mismo que debo dormir
pero mi alma se sabe inquieta
y mi corazón ha soltado una lágrima,
pues hoy germina el silencio y la duda
y mi corazón tiene miedo.

No hay comentarios: