julio 06, 2009

Mala Costumbre

Como de costumbre, es tarde. El vaso que ahora bebo, ha tenido que ser constantemente rellenado con aquel elixir que los cubanos sabiamente han sabido de la caña destilar. La cajetilla de cigarros, cada vez se queda más vacía.
Afuera llueve, y aunque poco, la suave brisa parece filtrarse por doquier. La Luna, sumergida entre las nubes, no se a ciencia cierta, si a caso me observa. Debe ser que esto de las lluvias, para nada favorecen a los gatos, que con la humedad, resbalan facilmente de los tejados. Y el Diablo, sujetando la cola entre sus manos, se burla, relame sus bigotes (al más puro estilo de Dalí), y se mantiene sonriente.
¿Que me aqueja? Si el ron me inyecta vida y las letras una paulatina muerte.

2 comentarios:

DaliaNegra dijo...

Me gustan los gatos,esa escalera encalada, la luna y los tejados, aunque tú taches a uno de funesto.Gracias por pasarte por allí, ese tejado mío que espero no haga resbalar a nadie.Un beso.***

Cyborgoo dijo...

jajajaja imaginé al diablo o al menos su mano jalándole la cola a los gatos, burlándose...una tarde muy a gusto.