necesitas de lo que ayer fui
y hoy no soy aquel
y dudo mucho que lo vuelva a ser
pues son tiempos distintos
e inevitablemente
somos seres distintos tu y yo
cada uno con su propia mente
y con su propio corazón
a la espera de hallarse consigo mismos.
Y no quiero ni pretendo versar más
sobre el ruido apagado por el silencio
ni por la eterna caracola de mar
que ya no tengo
cuando justamente pretendo hablar.
No te disculpes
porque realmente no te culpas
yo simplemente
escribiré para mis pupas
y pensaré sobre ti y sobre mí
desde el silencio de mi habitación gris.
He bebido cuatro tragos
y estoy empezando a sentarme febril
yo no necesito ahora un abrazo
sino ser tal cual como soy yo:
un idealista, un amante y un pensador
porque necesito básicamente sonreír
para poder luchar contra todo lo amargo.
Debo callar mis manos y mi boca
porque una palabra me estoca
y quizás tenga razón
debo callarme el corazón.
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