abril 26, 2014

Ya nada sé de cierto

Ya nada se de cierto
el pecho en la letrina
tan sólo ha de dar vueltas
y el travesti en la esquina
me manda ferreos besos
con esa boca muerta.
Al cabo de ser hombre
de nacimiento y alma
busco patria y nombre
en esta espesa calma.
Tú, sólo una vez mía
te sembraste en mis dudas
transparente y desnuda
para ser mi ambrosía
mi luna nacarada
mi razón, mi hondonada.
Qué puedo más decir
si mi amor resplandece
en el cielo y por ti
cada vez que amanece?
Qué puedo yo sin ti
sino las sombras fieras
brillando en esta espera,
preguntando por ti?

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