y es verdad que creo y siento todo ello
y la letra jamás será mentira
incluso los grandes novelistas
solo hablaron del mal y de lo bello
hablando desde su yo más certero
letrando su propio idealismo
conjugado con las espesas ganas
de poder ser una uniforme masa
comprendida más allá del cinismo.
Yo, sin embargo
escribo a media luz
en la mesa de la cocina
mientras bebo algunos tragos
que no es más que el vómito de un corazón
de quien escribe sin soportar la cruz
de lo que esboza la letra mía.
Beberé un trago más y me iré a dormir.
Ojalá fuera igual de fácil vivir.
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