cuando la mano correcta
no llega a su lámpara para frotar
y entonces llevan una vida abyecta.
Los poetas son más dóciles y se adhieren
al pecho y a sus propios sentimientos
se enamoran de todo y se reflejan en todo
siempre y cuando en ello esté su pecho.
Los idealistas votan todo a la mierda.
Y yo soy un idealista
con brotes de genio
con dotes de poeta
y con alma deforme de necio.
Hoy solo afinco mis pies sobre la tierra.
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