enero 31, 2025

Domesticado

He visto la miseria cada día de mi vida
he caminado por el barrio a horas oscuras
y cada mañana me miró frente al espejo
el paso del tiempo, el cigarrillo y la bebida
son cosas que me envejecen y no ayudan
pero me descubro real ante mi reflejo,
entiendo toda esa mierda que he sido
por tener viejos dogmas equivocados
y he sido miserable, quizás lo siga siendo 
pero de un modo más domesticado.

enero 26, 2025

Debo acabar este poema

Entonces voy por la vida
tambaleante
exasperante 
y por el camino de los locos
o quizás el de los santos
pero no lo sé del todo
busco el perdón de todos modos
pues todo hombre hace daño 
y el daño, aunque es necesario
nos convierte en presa
o en las mandíbulas del lobo
e inevitablemente nos infecta.

Ahora lo sé 
siendo el elegible de los inelegibles
y la maldición amada de los sin cambio 
de los exiliados del perdón 
porque piensan que el alma es abatible
como lo fue un viejo acordeón
tocado por un viejo rancio con los pies.

Porque ahora lejos de dios
y del mismísimo diablo
resulta que de Abraxas soy
el único y más parecido descendiente
que no ha de importar la colusión 
entre mi pecho y mis manos
ni la sinceridad de mis brazos 
para esbozar la capacidad de mi abrazo
en este mundo edificado para el "yo".

Debo acabar este poema
esta noche 
pero aún no estoy tambaleante.

enero 10, 2025

Febril

Soy como una bandada de aves
emigrando al terminar el otoño
como el alcohol frente al alcohólico
o como los fármacos que toman los locos
como llegar a casa sin ganas ni llaves
con la encomienda de un sueño bucólico
del que nada tú sabes
pero que me lleva a tener el pecho lógico 
y las manos palpitantes de los moros
escribiendo versos sentidos como amarres
cómo un  navajazo a mitad del cuello 
y no a mitad de las muñecas
como hacen los desventurados cobardes
a los que solo el ego les arde
cuando pierden la brevedad de lo bello
y contra la esperanza sus vidas estrellan
trágicamente, estúpidamente
como sus vidas, como sus sueños
tan vacíos como las cara de la moneda
en los que quieren ser un rey inclemente
y dar órdenes teniendo puesta una careta.

Yo soy como esa resaca de la conciencia 
como el desamor sentido desde el amor
y soy la gracia de mi propia desgracia
soy el desagüe y el brote de la ciencia
dónde mi letra ha guardado el corazón 
de tanto y tanta proxeneta
soy el verdugo y soy la víctima a la par 
y soy espectador desde la misma tarima
en la que el mundo mira el mal
sin saber las consecuencias apocalípticas
que traerá la edad actual
de esta era sin siquiera paradigmas.

Por ello soy así
busco refugio y lo abandono
busco razón y me perdono
porque aún puedo y soy un ave febril.