junio 25, 2023

Para Cantabria

Aprendí de una poeta
que todo rosedal implica espinas
que en la palabra siempre habrá esa dualidad
que sonríe o cercena
y que el poeta guarda sus rosas más lindas
para olerlas en la tempestad.

Aprendí a ser el hombre de humo revestido
que no solo se extraña desde el ser
sino desde la letra y del pecho invertido
y que el alma se reusará siempre a envejecer.

1 comentario:

. dijo...


Pero tú no lo aprendiste, ya lo sabías, aunque fuera sin saberlo, lo sabías, sin remedio.

Gracias, poeta
Un abrazo, Gabriel, un beso

m.