agosto 16, 2022

Destino

Aún hay agua
aunque no tanta 
y suficiente tierra
está el poder endemoniado del viento
si,
para lamer las lenguas de fuego
en las que estoy ardiendo,
no, no es el infierno
-en el infierno no se permiten tragos
para los miserables borrachos
ni a los poetas viles el acceso-
pero hay un resplandor en carmín,
sabes, también hay quien afirma
que soy un tipo cabalmente bueno,
aún hay chicas que me quieren follar
y quien se acerca cuando a solas bebo,
quien se sienta a mi lado a charlar
quién me abraza y me saca una sonrisa
y por un momento
apaga mi hoguera con agua de mar
y aunque no me basta lo agradezco
como el suicida condenado a la vida.

Aún hay corazón
dentro de mi raquítico pecho
latidos que me despiertan
a media noche o a medio día
y que creen tener en ellos la razón
del bien, del mal y de todo el sentimiento
en los que mi alma a pensar se sienta,
buscando en todo ello una alegría.

Y por todo ello
aún sonrío descaradamente
porque aunque duro ha sido bello
este trajinar con destino a la muerte.

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