Somos masa y somos una amalgama
apenas un murmullo necesario
somos un artefacto incendiario
y los últimos completos del alma.
Somos del limbo, ciertos moradores
los habitantes del Mictlán moderno
con la misma ambición de Prometeo
pero reales y en condiciones peores.
No tenemos Olimpo ni parnaso
no tenemos la gracia ni las ganas
porque en el presente vive el pasado.
No tenemos más sapiencia y canas
no tenemos más que seguir andando
abriendo al nuevo tiempo las ventanas.