en los que valoro más lo bello
y otros tantos
en los que la fatalidad me hace poeta
y consumo más de la bebida
intentado poema más certeros
y menos falsos
para evitar volverme un proxeneta.
Si te soy sincero puedo decirte
que cada vez menos gente me importa
y que soy un cínico y hoy podría morirme
sin la necesidad de una social gloria.
Tengo un puño de boletas de aceptación
hacia mí, a mí persona y a mi trabajo
y eso me llena de orgullo el corazón
y hace de mí un solitario en desparpajo.