que no he sido lo que esperabas
aunque siempre fui cierto
y sé que jamás prometí falsas viandas
pues no soy un vendedor de humo
te brindé siempre la calidez de mi abrazo,
mi pecho a quemarropa en tu cama
y la poesía que no leíste en mi pecho.
Me queda claro que en tu almohada
precisas a quien duerma con cianuro
y yo soy de los que prefiere el ron blanco.
Soy un borracho
y un poeta vil
así me presenté frente a ti
aunque entiendo tus alegatos.