Un cubo de basura a tope
es iluminado por la luz artificial
de las bombillas que opacan
la luna en esta terrible noche.
Siempre habrán señoras sumisas
dispuestas a ser las primeras
en aguardar al recolector de basura
y siempre habrán recolectores
de basura malolientes y sedientos
de las señoras que los miran.
Eso podría llamarse amor
como el que la luz de las bombillas
tienen por el cubo de basura
en esta terrible y negra noche.
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