Resultaría totalmente estúpido actuar
indiferente ante tu ausencia y el saber
que sigues aquí, metida en la despensa
de besos de sabores que ayer guardé,
estando hasta el culo de borracho para ti
y para esas noches en que la soledad
te abraza tibiamente y te cercena.
Ya poco queda del rapaz que fui una vez
enmarañado a un sueño en el que bailaban
para mí tus pies, mientras yo escribía cuartetos
y algunos malos sonetos a la luz de una vela
inmersa entre la noche que me desangraba.
Ahora que no te tengo ni del todo me tienes
bebo con mayor mi trago de dorado ron
y sin embargo, no puede actuar indiferente.
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