Aún tengo un poco que ofrecer
mientras camino del brazo
de las sombras por la avenida
a media noche, buscando
ya cansado un auto de alquiler.
Una chica me ha invitado a salir
tomar una copa, charlar acaso
y es una chica linda, muy joven
quizás doscientos años menor
y he tajantemente aceptado.
La única similitud
entre ella y yo
es que los dos respiramos
y tal vez
que la suma de ambos
resulte en un dos.
Aún tengo un poco que ofrecer
un poco más de lo provisto
y espero que lo comprenda
cuando me espere una hora
y termine bebiendo sola.
Ojalá sepa que lo siento...
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