Soy una pila inmersa en el desperdicio
de porquería que el mundo no quiere ver
un destello en la más negra oscuridad
soy un sol buscando copular con la luna
y el maullar de un gato triste y envilecido
por la noche y por las olas de mar
por la ausencia y por mis variados vicios
que por la boca me tiran blanca espuma.
Sin embargo, soy el poeta enajenado
de la belleza que hasta mi viene
desde las calles y hasta el vientre
abriendo mi pecho azul y trasnochado.
Soy el mismo que se sienta en el camellón
mientras la gente que no me sabe
repara por la salida agreste del sol.
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