Nada de luz a medio día
cuando las margaritas
así mismas se deshojan
dándole el sí a la muerte.
Es la letra escrita a quemarropa
quien al hombre que se dice poeta
enmascara nocturno e inerme.
Yo sin embargo y a solas
sigo siendo el mismo y a mi verso
acuden copiosas las sombras
a beberse en la caña el universo.
Nada de luz a medio día
avanzado ya el recuerdo
de traer entre ambos pies
el pasado en hojarasca.
Y entonces los charlatanes callan
la voz entre sus manos de felonía
cuando dios en la mentira desembarca.
Yo sin embargo siempre de noche
y a costa de beberme la grises olas
escribo y es mísero y ruin el derroche
en el que soy el mismo y a solas.
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