al menos conmigo mismo
y siempre
a costa de mi propio cinismo,
con mi razón busca disputas
y se enamora de la muerte.
Mi corazón es mi muerte,
anticipada,
efímera ante la vida
y cautelosa ante la suerte,
mi corazón es y será perenne,
en estas tretas anestesiadas
de humo y malas bebidas,
y latirá así por siempre.
PD. Te amo.
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