Soy borracho
empedernido fumador
y una caduca estrella
posada entre tus manos.
Un deudor de lo bancos
el punto exacto donde tus pies
tartamudean, el óxido cruel
que abraza el camino hacia el dorado;
soy y no soy aquel que el pecho
te entrega sin envolver para regalo,
la sombra multicolor,
la sacudida que antecede
al temblor de las manos
y el amor que siempre me procede.
Soy la hojarasca que reverdece
a mitad de la curva de tu cadera,
el dios que siempre pretende
hallarte sina mirar mis calaveras.
Soy borracho y mi letra ha de sangrar
cuando te recuerdo sonriendo
metida entre callejones lúgubres
que nada saben de ti y la ausencia
proclama glorias a mitad del vaso
que se encapsula la indiferencia.
No puede más y de noche este abrazo
que decirte a quemarropa un te amo.
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