por una escalera de trescientos
treinta y nueve escalones,
quizás más;
y aunque me considero un gato
no he caído de pie sino con el pecho,
que duele aún más que caer de cojones
porque este dolor no sabe de falsedad.
Y lo sé y estoy consciente,
no siempre he sido quien he pretendido
y aunque he amado como nadie,
solo he sido y soy, un don nadie
alguien que busca ser comprendido,
desde su pecho escribiente
y muchas veces cobarde.
Sin embargo voy subiendo,
he subido ya tres o cuatro peldaños
y aunque aún la luna miro lejana,
han dejado mis pasos de ser macilentos
y mis ganas me han sumado años
a los años que me restaban.
¿Cómo diablos una persona soporta
el trajinar de la vida de altas y bajas
sin anclarse cada noche a la bebida?
¿Cómo diablos no embriagarse,
consumir fármacos o drogas ilegales
si no somos más que hombres bárbaros?
La gente cae día a día en todas partes
y dios, es un hecho que no se da abasto
para ser omnipresente en los hogares;
pero la gente aún tiene corazón
y que está por explotar en el hartazgo
por hallar fallas en la lógica de su dios.
Sin embargo dios es humano
porque fue inventado por humanos
para cimentar la fe de los humanos
y para apaciguar a los humanos.
Espero que haya quedado claro
y si no,
no me importa pues bebo ron blanco
y aún tengo en remedo, pero puro, corazón.
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