en la mesa de la cocina
un vaso turbio con la grasa de una mano
que se ha posado en él durante días
y en mi semblante hay un cambio.
He dejado atrás malintencionadas doctrinas
he dejado en libertad al diablo
y he desdeñado viejas utopías.
Soy un hombre y soy simple y soy un vago
también soy un perseguidor de alegrías
que tambalea cuando las sigue borracho
y he sido y soy una amable utopía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario