octubre 10, 2011

Afuera

Afuera llueven sales, siluetas incrustadas
al feroz amanecer apretando los dientes,
guerras pacificadas, dos pasiones dementes
elucubradas al sol entre letras aladas;
llueven calmos sofismas, catedrales repletas
de incienso inagotable, tejados vueltos humo
y grisácea ceniza, del alma un veraz zumo
exprimido entre rocas en morteros con grietas.

Llueven dos golpecitos entre pecho y hombro,
uno tibio y otro, sin más, témpano de hielo
alojado en infiernos con la vista en el cielo
puesta sin especular jamás de sus escombros;
uno es rayo de manso sol, otro, Luna viciada
por la misma sinrazón de los amores rotos,
por la maraña febril del verso en vil cigoto
engendrando la pena solitaria en la nada.

Afuera el mundo vive dentro de horas marcadas
y nunca se detiene ni mira el dentro incivil
del sentimiento que arde con ese fuego sutil,
de los labios amantes, en soledad demacrada.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Solo afuera Gabriel?
No olvidemos lo que pasa "dentro".
Besitos

Coeli L. dijo...

Afuera pasa todo, llueve en sequía de utopías inertes, inventadas para sonreir cuando se quiere llorar. Dos gotas que se han sentido. quizá la de la luna más...

Como se sienten las letras de este tejado...con lluvia y sin ella.

Es bello

Un abrazo azul desde otra luna.