Extrañamente me dueles

Sabes, yo también sufro de cáncer
de uno de esos ciertamente extraños
que la ciencia jamás ha sabido diagnosticar
o siquiera medicar con blancas recetas
esbozando una letra escrita con el culo
para el escribe con vocación de amar.

Mi generación es de esas desapercibidas
nada grande ha salido aún de ella
y sin embargo me hice un mal poeta
intentando rescatar el azul de las estrellas.

Tengo treinta años y estoy jodido
y eso aplica desde el alma
hasta mis lacerados bolsillos
pretendiendo mujer en mi cama.

Escribo lo que soy y lo que siento
y ahora extrañamente me dueles
entre las costillas y el malsano pecho
te leo entre líneas y sé que te conozco
por que te imagino sonreír ante mí
y ante mi estúpido cáncer de versos.

En realidad estoy ebrio ya
y no se de qué putas hablo
quizás de que me preocupas
por que intuyo tu río de llanto.

Para Alicia Dimas.

Tan franco como cruel

Yo soy tan franco como cruel
te acuchillo de frente o te abrazo
mi corazón es un etéreo infierno
y es un sediento cabrón siempre borracho.

Escribo para no declararme un loco
para esbozar mi modo de mirar la belleza
de la forma en que yo a solas la concibo
para afrontar la propia y gris locura
entre bares y putas y malos versos
bebiendo y viajando en el estribo.

No necesito más que una musa
un trago, una docena de cigarros
y la tinta negra de una afilada pluma
para mantenerme en la vida centrado.

Olvidé las charlas con las putas
pero ellas perdonan si escribes borracho.

Somos guerreros (a Rodolfo Sandoval)

Cómo tragarte un pescado entero
sin siquiera antes deshuesarlo
así es el amor y por momentos la vida
una delicia hasta que te atragantas
con una espina afilada mortalmente
sin tener a la mano una bebida.

Hay quién habla de pétalos de rosas
y fuegos artificiales recién eyaculados
cuando refieren sobre temas del amor
hay quien habla de lo vil del salvajismo
de flores del mal en un gótico florero
entre lágrimas de un podrido corazón.

Más que arrieros somos guerreros
y en el camino de las espinas andamos
escribimos y bebemos y amamos
entre papel arroz y tragos consejeros
bajo la letra llevada en la piel y en alma
esperando siempre mejores albas.

Pero somos malos poetas hambrientos
de luces tenues y de un palmo de verdad
somos tipos de callejeros sentimientos
tragando peces enteros sin siquiera sal.

Entonces pienso que no ha ser el pecho
ni la garganta espinada lo que nos agobia
sino las manos sangrando y palpitantes
metidas de lleno en la noche que abraza
nuestra sapiencia de la carencia de razón
nacarada desde el nacer por la muerte.

Ser poeta jamás habrá de ser cosa fácil
y mucho menos de esta forma clandestina
en la que el sentimiento resulta táctil.

Me influye

Estoy un tanto triste
bebo a solas en esta habitación
tan roja como el color del tabique
que entre sombras la reviste
y sin embargo sonrío como un sol
o como un alma filtrada por alambiques.

Me influye a leguas la mujer y la palabra
una caricia, un abrazo dado desde lejos
la esperanza de un tierno abracadabra
en el que abra en flor silvestre mi pecho.

Estoy un tanto ebrio
este es mi segundo poema del día
y el último en el que mi sentimiento
late a expensas de saber que no miento
por que en la certeza he hallado ambrosía
y una copa doble de dulces sueños.

Me influye la soledad y la malo del poeta
la vida jamás emancipada de la muerte
el cañón en la boca de una fiera escopeta
y las estadísticas de mi puta suerte.

Siempre esclavo sin dueño

Un tipo que patea cruelmente a un perro
la flor que ha muerto aún siendo un botón
las ganas mutuas de follar entre utopías
una hogaza de pan dura y enmohecida
el alba que no lleva en su vientre al sol
o la larva que apetece el próximo sepelio
mientras un tipo ebrio mira la crueldad
y escribe desde la barra sin piedad.

Mi corazón siempre esclavo sin dueño
sigue soñando con mejores sueños.

A pierna suelta

Recostado en mi habitación
sobre esta cama enjuta
en la que sólo quepo yo
después de escribir sobre putas
estando medianamente borracho
y cruelmente impregnado de tabaco.

La gente llamada normal
duerme y muere al mismo tiempo
toca con la cabeza la almohada
y logra poner en pausa el sentimiento
sin importar las nubes o la ola de mar
y eso es algo que jamás yo puedo.

Tan sólo soy uno de esos malos poetas
un borracho vil reencarnado en un gato
y bajo el ombligo
un amante y un tierno proxeneta
metido entre las nubes de su tabaco
mientras busca en todas un contigo.

Las paredes jamás responden
ante un viciado existencialismo
buscando liberar la sangre y el blanco
para hallar nocturnamente el orden
y la sonrisa perdida por el cinismo
de exhibirme ante ti como un borracho.

Bebo mucho y así mismo fumo
todo se pudre en mí cada noche
menos mi pecho aún tibio y sonriente
bajo las llantas de este fiero derroche.

Recostado en mi habitación
me detengo a mirar las espirales del humo
sobre esta cama que sólo ocupo yo
sin la esperanza de hallar rayo de sol
o bondad de los dioses ninguno
sino una copa más de blanco ron.

Y entonces la que no muere
a pierna suelta de noche duerme.

A una puta linda

Ahí estaba ella
sonriendo ante la noche
bellísima entre sus jeans ajustados
sonriendo por todo y por nada
y haciendo sonreír al mundo entero
con su moreno par de caderas.

¡Vaya que hay putas lindas en la calle
y tipos crueles que sólo las follan
sin mirarles entre el escote sus males!

Esta noche me quedo con su imagen
con sus caderas entre sus jeans ajustados
sonriendo como un nocturno angel.

Para Alicia

Ahora me vendrá la mala letra
el pétalo del verso que jamás miente
después de cuatro tragos y estas ganas
de orinar en la misma boca de la muerte.

Ha quedado aquí grabado el sufrir
el hambre de un niño raquítico
sin una madre que lo amamante
entre el latir de tantos corazones cínicos.

Alicia sufre de algún mal que desconozco
sin embargo en su foto a medias sonríe
recién entrada en sus veintiséis
yo dejé de sonreír a los veintisiete
pero aquello era distinto
yo me creía con alma de rockero
radiántemente y vil autodestructivo
y aunque lo sigo creyendo
de tajo tuve que dejar de serlo
y ahora que en nada real creo
tan sólo sé que Alicia sufre y lo intuyo
por que no me permite escuchar su eco.

Hay gente que me duele en el alma
aún sin conocer del todo
supongo que es algo así como el oír
el flagelo del látigo sobre tu espalda
en mis oídos embriagados y locos
que pretender dar vida a pesar de morir.

Siempre ha sido mi constante la lejanía
pero metido en ella simplemente te abrazo
por si te sirve en esta noche de algo
y si no puedes dejarlo crecer en utopía.

A punto de dar las doce

Están a punto de dar las doce
en el reloj cochambroso de la cocina
han echado a cubetadas de agua fría
a los gatos que rondaban el vecindario
sigo batallando con la plaga de hormigas
y en mi cajón de noche descansa
mi viejo y siempre fiel sudario.

¿Qué putas ganas la gente del mundo
al dormir cada noche temprano?
¿Sueñan al cabo más o mejor
o al dormir olvidan el fiero desencanto?

Incluso la luna entre nubes se ha recostado
a pesar de ser nueva y de los lunáticos
que mirando la veneran.

Hace unos años estaría yo apenas
metido en un bar escuchando a las putas
sobre su soledad y sus resistentes venas
al sangrar tibiamente bajo la ducha.

Después llegaría a casa ya embriagado
y despertaría a mi mujer bajándole las bragas
para follarla tremendamente duro
mientras le acariciaba las nalgas.

Y aquí están a punto de dar las doce
y estoy sólo y un tanto ebrio de ron
y la gente de estas latitudes ya duerme
sin saber latente entre su pecho un corazón
que se desvive y en sí renace en cada roce
de la hermana del sueño llamada muerte.

Escribo a solas y entre grises recuerdos
y comienza ya a darme un feroz sueño.

Antifaz amarillo

Contesté el teléfono.

- Sr. Pardowski?
- Sí, diga.
- Le hablo del casino "P...".
Quiero pedir referencias sobre una mujer
que trabajó anteriormente para usted.
- ¿Cuál es el nombre ella?
- Rebeca Martinez. ¿La recuerda?
Está con nosotros buscando trabajo.
- Sí, por supuesto.
- ¿Puede darme sus referencias?
- Está bien, le seré franco-
y suspiré hondo y fuerte.
¿Alguna vez le han pateado esa zona
justo en entre los huevos y en culo?
- ¿A qué se refiere señor?
No, creo que nunca me ha pasado.
- Pues ella misma lo hará metafóricamente.
Si la contrata lo hará pronto.
- ¿Eso lo tomo como una mala referencia?
- Digamos que yo ya le advertí.

Colgué el teléfono
encendí uno de mis cigarrillos
y me sentí tan bien
como un superheroe quizás
pero de antifaz amarillo.

De pie en el autobús de las seis treinta

Ahí estaba yo
con mi cara de imbécil
viajando de pie
en el autobús de las seis treinta
cansado, resacoso, podrido
y ahí mismo
justo al fondo
estaba ella radiante
y era la misma chica
aunque ahora un tanto distinta
llevaba carmín en los labios
y los ojos cerrados.

Por un momento los abrió
me miró -lo sé por que la vi-
y después
lentamente los volvió a cerrar
y yo me sentí más imbécil
que al principio
cuando aún no la había notado yo.

Sé
que tan solo me miraste
para que pudiera yo
mirarte lindamente radiante.

No me sigas

Muy a menudo sufro de espesa fiebre
de temblores en las manos diarios
de temporales apagones cerebrales
en los que los gramos de mi alma siempre
compensan la nada con humo de tabaco
y con blanco ron embriagando mis males.

Tú eres una hermosa mujer
y yo tan sólo el cansino poeta
que embriagado busca ser.

Sí yo pudiera darte un sabio consejo
sólo podría ser aquel en el que te diga
que no me sigas
por que no duraré más que un sueño.

Terrones de sal

Existe una extraña conexión
entre el mal y el sospechoso bien
una tenue cofradía entre la luna y el sol
que al parecer tienen los mismos pies
un brindis de modo subterráneo
entre la imagen de un dios con el diablo.

He soñado con aparecer sin resaca
cualquier día de estos por la mañana
sigiloso y escéptico del pasar de la vida
para beber aquel elixir común de la bebida
que el mundo contemporáneo bebe
y después sonríe a pesar que todo debe.

Y entonces soy yo un inveterado pelmazo
o lo es el mundo bebiendo viles placebos
evitando la crueldad verdadera del trazo
que mantengo firme ante tu pecho.

Existe una extraña conexión
entre el mal y este gato que bebe y escribe
un vínculo que me evita siempre follar
sin salpimentar el momento de amor
imaginando una hotel en el viejo Tibet
con terrones de blanca de mar.

Formas de vida

Todo puede resultar
una forma de vida
la soledad
la compañía
el vicio
la virtud
el oído puesto en caracolas de mar
el pecho latiendo en azul
y el verso naciendo malherido y tibio.

Aquí la virtud es cuestión utópica
el vicio el pan de cada día
la soledad el tenue abrazo
la mejor compañía es psicotrópica
y la caracola de mar es la osadía
de la franqueza en tinta negra del trazo.

Las putas siempre son las más tristes
dentro del resultado ruin de la vida
comiendo de una mala mano el alpiste
para vivir esa mala forma de vida.

Los poetas recaudan
la soledad
el vicio
y la tristeza de las putas
mientras escuchan la voz de la mar
intentando jamás perder el juicio.

Todo puede resultar
una forma de vida
la mía es la ebriedad.

Cáncer

Sigo pensando en el cáncer
en los estragos de la bomba atómica
y en lo peor del amor estando a solas
embriagado de una pésima retórica.

He sido y soy de los idiotas que aún aman
después de cada tropiezo dado a ciegas
con la misma inveterada y febril piedra
que nunca se topa con los que engañan.

El mundo es una bazofia de ganadores
que nunca jamás han ganado nada
pero que jamás han tenido el corazón roto
flotando entre el alma embriagada.

Yo sólo soy un poeta y un borracho vil
un amante al rescate de la cierta belleza
si pregunta de noche tibiamente por mí.

Mi corazón vuelto un par de manos
no es más que una mala y triste treta
en la que te recibo justamente al caer
del pedestal ya sin perfume y sin careta.

Sin embargo jamás olvides que el cáncer
es como un cabrón que te llena poco a poco
que te sonríe mientras tú fresca le sonríes
sin saber que es no es más que un loco.

No me juzgues

A los cinco años conocí la muerte
por primera vez en aquella vecindad
de gente horrible que amaba el barrio
y el destello del filo del diestro machete
conocí el sabor de la ola del mar
y el aliento de quién vive en el trago.

Poco después conocí el daño de la bala
perforando la carne y el brillo de la sangre
el caos, la locura del mundo y la soledad
de los raros cuando al mundo les resbala
el llanto inmaculado de todas las madres
y el sabor de lágrima encapsulada en la mar.

A los doce mi primer asalto con pistola
a los trece el acercamiento con el sexo
a los catorce mi primer y gran amor
a los dieciséis mi alma ya hecha bolas
lidiando con este factor llamado pecho
a los diecisiete mi ebriedad cual estertor.

No me juzgues cómo un vil borracho
frecuentando bares de putas que no follo
júzgame por la letra y por el vil verso
que deja tus ideas en un gris embrollo.

La noche siempre es clara

La noche siempre es clara
la oscuridad en ella es cosa de uno
ciertamente estoy ebrio
pero no por la bebida confundido
por que escribo desde el alma
con esa extraña sobriedad del pecho.

Afuera el asesino recita crueles poemas
la puta piensa en príncipes azules
los violadores se hacen una triste paja
las criadas se acuestan con el patrón
las viejas beatas con la cruz se masturban
y los dioses su divinidad de un corte tajan.

En realidad el mundo entero está podrido
metido en una noche que jamás despierta
a pesar de un pasado visiblemente vivido
de una forma común y terriblemente abyecta.

Afuera mi pecho reboza un latir
imperceptible para el mundo
que jamás se detiene a mirar
las manos grisáceas del vagabundo.

Malísima perorata

Debes saber que tras el monstruo
un hombre escribe un tanto embriagado
debes saber que tras el hombre de bien
un monstruo me traga a diestros bocados.

Alguna vez un viejo hijo de puta
me hablo del defecto de ser confiable
y yo pensé: "a este cabrón lo amamantó
con arsénico su propia madre"
y es ahora mismo que lo entiendo
después de dos años y cinco tragos
y una vida de andar con escarcha en el pecho.

Soy un monstruo y sin embargo el mundo
tiene en mí una esperanza y en mí confía
por ser un sin hogar sin cara de vagabundo.

Yo se del frío y de andar metido en las calles
de la muerte y del vicio expuesto sin bragas
de la contención irrelegiosa de todas mis partes
tratando de no temblar ante la escarcha.

Aquel hijo de puta es más monstruo que yo
por que sin saber nada de arrabal de la vida
vino a ofuscar mi pequeño rayo de sol.

Sin embargo nada importa, sino el hecho
de que me he convertido en un monstruo
que no ha podido dejar de ser confiable
por que en solitario y de noche se bebe
su audaz cobardía cobijadas por la letra
también hija de puta pero febril y amable.

Después de toda ésta malísima perorata
solo puedo decir que puedes confiar en mí
desde el rincón en que me exilian mis palabras.

Un verídico hecho

Me falta y eso es un verídico hecho
una mujer que a diario me brinde un trago
y la paz curvilínea de sus pechos
a pesar de saberme un triste borracho.

Dios sabe que he tratado
y que también
he a toda costa he evitado
malvas quimeras
que han posado sus pies
en mi tapete de bienvenida
y que sigo siempre a la espera
de un amor que no tenga revés.

Me falta un abrazo al llegar a casa
una cena caliente y un plato limpio
mis camisas de diario recién planchadas
y una silueta que me mire cuando escribo
sobre putas lindas y necios borrachos
sintiéndose de mi totalmente enamorada.

Me falta esa mitad que ahora suple la mar
el beso en la frente y las caderas empotradas
en mis huesos tan trascendentes del mal
y es entonces cuando embriagado pienso
en lo gris de mi verso envuelto en blanco
y en este falo solitario cubierto de sal.

Siempre he buscado a quemarropa
un dejo de belleza que resulta nacarada
a la luz de la luna que me quita la ropa.

Siempre he buscado un mejor mañana
a pesar de tantas y tantas copas
enardecido con una mujer en mi cama.

Me falta y eso es un verídico hecho
un amor que conozca mis fieros helechos.

Tendrás que alzar los puños

Inevitablemente aquí
tendrás que alzar los puños
contestar un escupitajo en la cara
con un certero volado de derecha
y a poner tu guardia bien arriba
desde que empieza tu mañana.

Tendrás que dar pelea instintivamente
sortear golpes de derecha e izquierda
tener resorte de piernas para cabecear
y sobre todo tener a tu favor a la muerte
si después de pegar tienes que correr
evitando el alcance de la ola de mar.

Pero aquí puedes ser tan diestro en ello
y evitar el físico envuelto en fieras peleas
puedes ser un hijo de puta de la palabra
y así ser dios o el mismísimo demonio
con cierta vocación puesta en lo belleza
y en el entendimiento del abracadabra.

Sin embargo y de todas formas
aquí tendrás que pelear por el pan y la sal
por un asiento en el subterráneo
por la vida y por la muerte entre el arrabal.

Me entretengo

Amanecí con el alma inflamada
desde el vientre
hasta el omoplato izquierdo
con la agudeza de mi tos por la mañana
que ha de despertar a todos los perros.

Ahora que estoy por dormir
siendo ya el mundo de noche
sigo inflamado y revuelvo mis cabellos.

Me entretengo en el pasar de los coches.

No soy gurú

No soy un maldito gurú
tan sólo soy un tipo jodido
que bebe y escribe sus demonios
un cabrón sin mayor luz
que saberse un empático perdido
cabalgando un imaginario unicornio.

No puedo evitarte el sufrimiento
yo mismo sin quererlo te haría sufrir
y no podría hacerte jamás un cielo
sin que lo tengas de lleno que vivir.

La vida es un vaivén de sentimientos
y los poetas se dedican a escribirlos
sin pretender mínimamente la cura
para ellos a pesar de también vivirlos.

No soy un maldito gurú aunque te escuche
nocturno y embriagado de ron
guardando tus males en un estuche
con forma irrefutable de corazón.

Progresivo

Todo esto es algo cruel
y nocturnamente
un mal progresivo
un baile de sombras
un cabaret sin putas
decorado en tonos lascivos.

Yo soy de los que por doquier
cargan el alma en la maleta
de los borrachos que cierran el bar
mientras escribe penosas letras.

Sin embargo soy también
un pétalo gris en el vaivén de la mar
intentando posarse bajo tus pies.

Y también soy un puñado de cal
arrojado sobre un perro muerto
que quizás alguien quiso alguna vez.

Capaz

Quizás la palabra
que mejor te venga
sea "capaz"
y con ella podría describir
tu ser y tu sonrisa
aún cuando atraviesan olas de mar.

Eres capaz mujer
y tu capacidad alcanza
todo aquello que pretendas ser
y yo te abrazo con el alma.

Generalidades

Generalmente
cuando una chica está determinada
a follarte
terminará follándote
y no habrá más
te pillará alguna noche ebrio
o drogado en una esquina
pensando en caracolas de mar
y ¡bang!
tendrá entre sus piernas tu sexo.

Generalmente -digo-
también existen excepciones
como la que radica
entre tu sexo y el mío.

Debo empezar a cuidarme.

Soy un estúpido

Partamos desde el punto
en el que yo soy un estúpido sin educación
que puede hacerte reflexionar
o al menos colar en la piel de tu alma
millares de invisibles hormigas
haciéndote al unísono mirar al mar.

El mundo es una pobredumbre adquirida
por generaciones tristes y opacas
y a pesar de vivir en él
sé bien
que no pertenezco a la horda enardecida
que para comer atan la pata de la vaca.

Soy sólo un tipo diferentemente estúpido
un abrillantador de sueños de grandeza
un tipo torpe compartiendo su trago
mezclado con letras plagadas de tristeza.

Yo puedo hacerte pensar en la sal
que se acumula diario en tus entrañas
que se rehúsan a anidar de lleno el mar.

Pero yo soy sólo un estúpido que escribe
y que en ello su alma desvive.

Algo de brandy

Algo de brandy y mucho tabaco
de la mano tantos y tantos recuerdos
algunos buenos y otros tantos malos
y al fondo de mi trago un abrazo
echando recientes raíces renacidas
sobre las solitarias y malvas avenidas.

No estoy del todo cuerdo
mi supuesta grandeza es un cúmulo
de esperanza que la gente tiene en mí
es el querer de los brazos que abrazan
mi pecho desde la raquítica cintura
que resalta de noche lo mejor de mí.

Ahora pienso que debí comprar
más brandy para seguir escribiendo
este poema tuyo con vista al mar.

Sigo durmiendo desnudo

Sigo durmiendo desnudo
a pesar del frío y de la soledad
que tan a menudo me cobija
del viento filtrado por la ventana
duermo desnudo y algunas veces
se apiada de mí el dulce ensueño
y me masturba la nacarada muerte
justo al llegar con sus rojos el alba.

Apago las bombillas y en el rincón
persiste cada noche una mota de luz
con la forma de un cráneo fluorescente
y con él los buitres se entretienen
sin mirar mi calavera colgada en la cruz
en la esquina más alejada del sol.

Sigo durmiendo tercamente desnudo
escuchando los violines tenues del trago
que hasta mi cama lleva manso cuerpo
y la letra de mis malos versos huesudos.

Eyaculo entonces vida preñada de muerte
y estertores clandestinos a media noche
cuando el blanco me quema bajo el vientre

Un diestro corte

Muy hacia el norte y tenuemente
los fuegos fatuos desnudos bailan
sin importarles el frío ni la escarcha
acumulada tras meses en el alma.

Incluso la sonrisa es una pequeña tragedia
guardada en un tonel cargado de licor
para las noches que duermen sin asepsia
ni rayo que nos abrace a pesar del sol.

Haciendo cuentas tengo doscientos poemas
que guardé con cerrojo entre las manos
que aprisionan mi malnacido corazón
tan sólo para ti para verterlos en tus labios.

Muy hacia el norte justo en la garganta
me luce sin lucirse un diestro corte
que sangra sin ti a la espera del alba.

Anti tabaco

Recuerdo los bares cuando se permitía
a quemarropa fumar dentro de ellos
y el ambiente no era más que una nube
cálidamente grisácea y clandestina
tras la cual las putas besaban los labios
de cualquier hijo de puta solitario
que acariciaba pausadamente sus cabellos.

En esos tiempos no trataba los temas
que ahora trato ni gustaba remotamente
de charlar con las putas de los bares
bebía ron esporádicamente en casa
y antes de la ebriedad le hacía el amor
a mi mujer ya absuelto de todos mis males.

Recuerdo la vida conyugal
y su mejor parte que era siempre follar
y recuerdo también
que jamás se marchó de mí la mar.

En esos tiempos era un tipo
con futuro prometedor y amplias ganas
de morir o matar a la primera de cambio
era el capullo de una rosa parda creciendo
por las laderas que dios olvidó
y en las que nunca se posaron sus pasos.

Recuerdo los bares abarrotados
las putas cubriéndose sólo el pezón
con la punta de los dedos enguantados
y a todo el mundo preguntando por dios.

Diagnóstico

Jamás tendré el derecho
de declararme clínicamente loco
ni ahora, ni nunca
aunque nunca es casi siempre
metido hasta el cuello en el lodo.

Puedo declararme un alcohólico
y un pertinaz borracho
que no es igual pero resulta lo mismo
o un melancólico envuelto en el patetismo
del que sin mayor remedio escribe
desde la resaca de las raíces del pasado.

Entonces pienso y al pensar
veo caer una a una las puertas del cielo
que alguna vez creí me darían
un poco de calor y alojamiento.

Bebo un brandy y enciendo mi tabaco
en el mismo triste banco de la cocina
que sostiene mi culo blanco y huesudo
cuando miro desde atrás de la cortina.

Sigo siendo el loco que escribe
el monstruo que disfraza su locura
el del irremediable pecho enfrascado
en los dilemas que me evitan ser práctico
y volarme los sesos de un escopetazo.

Y entonces me declaro esta noche
un borracho y un poeta vil
un loco que jamás será diagnosticado
por su estertor nocturno y febril
atrozmente en sus versos radicados.

Perdona que sea tan franco
y te lo diga
mi ambición en esta vida
quizás no sea la belleza
sino la ebriedad nocturna
y perenne contra la cual
puedo despostillar mi cabeza.

Sobre la cabecera

Sobre la cabecera de mi cama
inevitablemente ato mis demonios
les sangran el pecho desde las muñecas
y a mí me sangra cual manantial el alma
puesta entre los versos que escribo
que ante la ausencia no me hacen muecas.

Yo siempre he sido de los tipos que sonríen
de los que acusan en su alma el verde
y de los que entretenidamente ríen
nocturnos con los chistes de la muerte.

Sin embargo mi cama pregunta ahora
por la abertura celestial donde tus piernas
detengan los minutos que dan las horas.

Pienso entonces que el verbo amar
resulta totalmente proporcionalmente
irrefutable a las ganas de bien follar.

Sobre la cabecera de mi cama
cuelga la ilusión de tus bragas.

Plaga

La biblia habla de plagas
y habla cómo si una de ellas fueran
las putas de la gran Babilonia
suponiendo haber sido la peor de ellas.

Aquí y ahora no existe Babilonia
-sabemos de la inmortalidad de las putas-
pero las plagas son un tema común
y recurrente en este ombligo de la luna.

Todo aquello resultado de lo indeseable
en estos tiempos adolece una plaga
y sin embargo jamás la gente cobarde.

Incluso las ratas tienen su encanto
y una endemoniada inteligencia capaz
de hallar dulzura entre el espanto
y azúcar en la sazón de la fiera mar
las cucarachas que flotan en mi vaso
suelen caer una por una y tener un tenedor
para evitar estropear mi high ball
y así evitarme un bíblico fracaso.

Pero las hormigas no piensan lo mismo
y se arremolinan en multitudes cruentas
uniéndose siempre contra mí mismo
cuando la poesía me pide cuentas.

El poeta pretendiente de su cura
nada puede si las hormigas beben su trago
cuando más fieramente anhela su cura.

Itinerario

Mañana despertaré a las siete treinta
un poco desganado y resacoso
encenderé el primero de mis cigarrillos
beberé un café y luego al sanitario
me lavaré la boca antes de la ducha
me aceitaré el alma desde los nudillos.

A las ocho treinta anudaré mi corbata
arreglaré mis cabellos ante el espejo
después de sacudirme de moronas el alma.

A las nueve otro cigarrillo
a las nueve quince estaré saliendo
en esa caminata matinal al subterráneo
daré los buenos días a la señora
que compró un perro cuando quedó viuda
y por el resto del día apestaré a tabaco.

A las once el ordenador estará preñado
de mensajes llenos de nimiedades
de clientes, de proveedores, de los jefes
y yo contestaré resacoso desde mis males.

A la una treinta estaré comiendo
la bazofia del comedor de empleados
después de un ello siempre un café
rascarme un rato las pelotas, bostezar
hilar la estrategia de la próxima semana
y así, olvidarme paulatinamente del después.

A las nueve de la noche y trago en mano
leeré los encabezados del periódico
fumaré mi enésimo y enlutado cigarro
y volveré a ser el mismo escritor tóxico.

Y durante todo ese lapso pensaré en ti
a pesar de lucir a la línea y recién afeitado
siempre me inunda un azulado gris
incluso siendo el ganador desganado.

Después de la una intentaré dormir
ya por las olas del ron blanco embriagado
intentaré borrarte un par de veces
sin lograr apartarte de mi epitafio.

Este ombligo de la luna

Este ombligo de la luna trae pelusas
ancestrales mezcladas con el moho
contemporáneo de andar sin cabeza
sin pies, sin latido cierto en el pecho
desde que nos quemaron la historia
y nos resumieron a esta dulce tristeza.

Aquí mueren tres mujeres diariamente
millones de personas pasan hambre
y frío y sed y no dejan de ser sólo un dato
tanta gente llora cuando llega la noche
tantas putas quieren sonreír y casarse
con un cabrón que no lo sea tanto
aunque sea un borracho.

Esta nación del águila y la serpiente
del eterno maíz y del nopal preñado
de tunas rojas floreciendo en verde
no es más que un obituario anticipado
en el que tuvo que ver la nacarada muerte.

Y a mí lo que me apura es el llanto
que se da metido en una habitación a solas
tan quedo que invoca al demonio y a dios
al mismo tiempo sulfurando fumarolas
capaces de espantar al mismo espanto.

Aquí la gente muere sin saber qué hacer
sin convicción y la mar que todo arrastra
la ha de llevar al desfiladero más cruento
a esa espesa mañana sin sentido de vida
a través de sus chinguiñosos ojos
acostumbrados ya a viles cuentos
carentes de sentimiento.

Este ombligo de luna tan vilmente follado
por tantas culturas de piel blanca
no precisa más que una razón para amar
como tan sólo y naturalmente sabe
y después de ello explotar en esa gloria
que se obtiene de hacer el bien en tanto mal.

Sin embargo
rastrillo noche a noche
del corazón embravecido
pelusas malvas
sumerjo mi red en el mar de la historia
esperando pescar
la osadía guerrera
y el coraje natural
del guerrero jaguar
en aquella perdida
y natural gloria
de razonadamente amar.

Tu salva luz y mi negro gris

Llevabas una linda y oscura blusa
escotada por los hombros y unos jeans
en azul claro a la cintura ajustados
llevabas en tu mano mi mano
y el deseo en la boca de las musas
queriendo besarme la boca en gris.

Y entonces me besaste o te besé
no recuerdo bien y no es que sea igual
o que me de lo mismo
sino que en el beso comulgamos el ayer
de los pasos dados entre olas de mar
y las noches en que a solas dormimos.

Llevabas bragas negras de encaje
la mirada radiante y en los labios
la miel acompañada de suaves besos
en los que naufragaban mis versos
derribando de mi vientre aquel talante
que heredé vilmente de mis sabios.

Y entonces me hiciste el amor o yo a ti
y sin más explotamos a la par
metidos entre tu salva luz y mi negro gris.

Y yo tan sólo miraba tu sonrisa
desnuda ya del pecho y de tus caderas
empotradas en los huesos de las mías
y resultaba más cruel que la agonía
que el poeta mismo presume de su risa
que se sabe soñando sueños de quimeras.

Es sábado ya

Sábado ya y la una de la mañana
me cepilla el alma, tan de arrabales
y de instintos notoriamente animales
buscando bajo el ombligo la calma
y ese corte limpio de la gris navaja
en el que dejan de acontecer los males
y aquella cándida necesidad de la copa
para curar las entrañas y la boca rota.

Las calles son un nido promiscuo
en el que se codean fraternalmente
el asesino con el malvado poeta
la daga recién afilada con la pluma
y el mítico fin con el nácar de la muerte.

Pero es sábado ya y el arrabal
sigue siendo un mal desde el lunes
en el que comulgué con la sal de la mar.

No lo hagas

Axel recita magistralmente un poema
llamado "Matricida" de algún poeta
tan hijo de puta igual o peor que yo
que se ensanchó demás el corazón.

El es un niño que sonríe inevitablemente
que nada tiene que ver con la muerte
ni con los arrabales doloridos de azul
a pesar de no creer en la mítica cruz.

Axel ha tenido su primer encuentro
teniendo nueve años con la poesía
y me ha pedido ahora autores
para empezar a leer sobre sus vidas.

No lo hagas, pequeño corazón -le digo-
sin esbozarle una sola palabra
-no lo hagas- que yo siempre contigo
ahuyentaré de demonios tu alma-.

Axel empieza a perder entonces su luz
su sonrisa y las notas de infantil claridad
similares a las que aquel creyente de la cruz
que empieza a combatir la maldad.

No me sigas, pequeño
que el empedrado camino
siempre le quitará brillo a tu calzado
en esta zanja de lo inevitablemente perdido.

En mi eterno cinismo

Mi vida ha sido siempre en etapas
creo que lo sabes como yo lo sé
me conociste siendo apenas un cachorro
despuntado gris ante el rojo del alba
me conociste brillando en un ayer
y sin saberme del todo un loco.

He aprendido desde entonces
a ser un hijo de puta con quien lo merece
y a ser la voz de la caracola en los oídos
de la estela que al alba siempre precede.

Tu eres la calma y eres blanquísima estela
un mensaje de mar dando vaivenes
metida en una transparente botella
que no contiene ron blanquecino
sino el azul del mar de tu corazón.

Yo estoy escribiendo desde lo podrido
desde el sueño del arrabal emancipado
en el que el amor dejó de ser juego de niños
cuando supo la opción del embriagado.

Y sin embargo estoy radiante y hormonal
cómo ha serlo el contemporáneo hombre
que no resulta poeta ni obtuso criminal
y con la agudeza oriental del calvo monje.

Mi razón es cuestión que no sabe de norte
ni de brújula latiendo sin dirección
cuando lo cierto late sin que lo note
en el rincón inexplorado de mi corazón.

Y ahí mismo
es donde he venido a encontrarte
siempre de noche
y en mi eterno cinismo.

Mis sueños colgados de un gancho

Mi cenicero como siempre
hasta el culo de colillas de cigarro
a la mitad, la eternidad de mi trago
el blanco de mis ojos en amarillo
y mis sueños colgados de un gancho
que se eriza desde el vientre.

Extraño dormir acompañado
tener a la mano un par de senos
dispuestos a latir entre mis labios
un par de caderas en las que quepan
mis silentes y nacarados sueños.

Mi vaso ha perdido la cristalinidad
de tantos besos que le he dado embriagado
mi saliva es conjugada con sal de la mar
de tantos infelices que han sido enterrados
sin saber que pudieron ser una celebridad
al menos para los tristes bibliotecarios.

Estoy a un par de tragos de estar ebrio
escribo poemas en la mesa de la cocina
y pienso cada vez más en la idea de tener
arropando mi falo tus gratas caderas
y el beso de tus labios de hermosa mujer.

De la manera en que hoy lo hago

Después de un par de horas
dando medias vueltas solitarias
de un lado a otro de mi oscura cama
de un salto me levanto
enciendo un soez cigarrillo
y me dispongo a beber un trago
-ya lo sabes, algo de ron blanco-.

La tinta negra y el papel
-también lo sabes, supongo-
me vienen duramente encima
y me postro sobre la mesa de la cocina
a escribir de la misma y ruda forma
con la que se masturba el adolescente
pensando en la explosión del ser.

Hace diez años estaba yo sentado
en un jardín solitariamente hermoso
con una psicóloga Lacaniana
que me aseguró no estar loco.

En aquellos tiempos no bebía
ni escribía
de la manera en que hoy lo hago
jamás había vestido un traje negro
ni anudado en mi cuello una corbata
ni me había sentido en el infierno
de la manera en que hoy lo hago.

Y entonces estoy aquí esta noche
bebiendo y brindando con mi sombra
la mitad de una botella me mira
un cuarto de luna me sonríe de lejos
y aún más lejos una jauría de perros aulla
cuando algo bajo mi vientre se estira.

Después de un par de horas
de agónico insomnio en la cama
la letra que me sale no puede ser más
que una cruel y fría declaración de guerra
entre mi libido y manos mansas.

Viaje

Aquella noche era tibia
y había una gran luna en lo alto
yo viajaba en el asiento de copiloto
de un taxi reciente y compacto
y había bebido un par de tragos
cuando me inundé de pronto de verde
y entonces cobraron vida la tortuga
y el impactante gato y el el enorme búho.

Yo me quedé con el gato
y con su forma de haberme mirado.

Putrefacto

Naces
creces
te follas un par de chicas lindas
te reproduces
envejeces
y finalmente mueres.

Todo podría reducirse
hasta el tercer paso
y evitar así la sobre población
de este mundo triste y putrefacto.

Dagas y piernas

Tan sólo voy vengo
meto y saco las manos de los bolsillos
escribo a quemarropa moribundos versos
pienso en auroras febriles y cálidas
en follar sin amar y también viceversa
y en beber me entretengo
cuando pasa lista muerte más plácida
llamándome para enfrentar la guerra.

Todo esto no es más que una bella locura
de dagas y piernas abrazando mi cintura.

Lunes por la noche

Muchas veces
resulto incomprensible para el mundo
cuando me digo jodido entre letras
y quizás tan sólo piense que estoy ebrio
y que soy un charlatán de la desdicha
tirado a mitad de una angosta banqueta.

Yo he sido y soy una imagen malsana
que el mundo de diario ha hecho de mí
como la sonrisa roja pintada del payaso
riéndose de la vida cuando quiere morir.

Hay demasiada gente
que tiene esperanzas en mí
no sé que putas me vieron
para esperanzarse en un borracho
que fuma y escribe desesperadamente
poniendo la vista en un huraño cielo.

Yo he sido y tan sólo soy
un poetastro impúdico de la razón
con intensos escozores nocturnos
que me mantienen triste y taciturno.

Algunas veces sonrío
cuando me sacudo del alma el polvo
y el demonio del inclemente latido
que me hace saberme un híbrido
de los tiempos que corren por las calles
a pesar de saberme tercamente podrido.

Pero es lunes
y son las nueve treinta de la noche
y estoy un tanto ebrio
escribo un cuento de arrabales
me rasco un poco los cojones
y entre mis dogmas sigo siendo un necio.

Resulta incomprensible la gota
que cada noche ha venido cayendo
en el oscuro interior de mi vaso
sin llenarlo a costa de ir muriendo.

Deja de pensar

Si pienso en ti
un cúmulo de ideas
me mantiene frito
tus hombros
tus morenas caderas y el pecado
de lo que no he escrito.

Puedo ser del mundo el mejor amante
si te dejas centrar en mis letras
y puede hacerte sentir exquisita y radiante.

Sólo deja de pensar
en el monstruo que soy
y calla tu caracola de mar.

Un alba distinta

Mañana espero un alba distinta
un diario sin muertos decapitados
y un beso al despertar con resaca
por todos mis demonios desterrados.

Siempre es linda la esperanza
cuando se trata de soñar con lo querido
y no con ausencias que se atrabancan
en medio de lo trivialmente podrido
de las letras escritas sin comparsa.

Patología

Para ser del todo franco
cada página que de noche escribo
es sólo una huella febril de locura
y un grano de arena huyendo del mar
que me revuelca entre agitadas olas
para las que la psiquiatría no tiene cura
no aún por que los sanatorios mentales
están llenos de violadores y homicidas
de gente escuchando voces en su cabeza
o de tipos raptados por alienígenas
sin que la ciencia declare como patológica
la forma cruel de vida del ebrio poeta.

Soy un enfermo y un mal y viciado artista
y soy un cabrón hijo de tu puta igual a ti
que sonríes mientras tragas mentiras
que te evitan decir lo que has sentido
que te evitan sentir lo que has dicho
para evadir el sendero nocturno del gris.

En realidad tu y yo somos iguales
frecuentamos los bares de putas
solo que yo las abrazo y tu las follas
para no poner tu hombría en duda.

Pero esto realmente no tiene cabida
en ti o en mí ni en las hermosas putas
de los bares que a menudo frecuentamos
este es un poema de locura y de muerte
que llega lentamente a media noche
cuando se me embravecen las manos
es un poema que habla de los locos
que no hemos sido aún reconocidos
por aquella ciencia llamada psiquiatría
y que también embriagados somos locos.

Para ser del todo franco
no es tan malo
estando hasta el culo de borracho
reusándose a la idea de medicarnos.

Sigue follando putas en los bares
que yo escribiré aquí todos mis males.

Un cuarto de ron blanco

Yo soy de los que cada noche
sufre en algún grado de desconcierto
de los que escriben lo que tienen
entre las manos y el raquítico pecho
de los que a solas siempre beben
por no haber sido arrollado por los coches.

Hoy me masturbé por la mañana
antes de la matutina ducha diaria
y pensaba en ti mientras el blanco
vomitaba de mi solitario falo.

Tengo una terrible devoción por tu boca
una esperanza inmaculada en tus pechos
y me letra aficionada por las copas
cuando me sé vil y deshecho.

Yo soy de los que nocturnamente
se masturban calládamente el alma
para extraer de sí una onza de versos
para mantenerme medianamente cuerdo.

Tengo aún un cuarto de ron blanco
y un escozor entre el alma y el falo.

A la señora que me quiere follar

Si fueras hombre
ya te habría yo arrancado los dientes
a golpes
pero no lo eres.

Francamente
esta es una situación
más que vergonzosa
y sólo le he contado de ello
a mi hermana la muerte
sobre aquella acosadora señora.

La muerte metida en nuestras vidas
también suele cagarse de risa.

Todo poeta

La ciudad está llena de locos
de putas
de borrachos
de adictos
de solitarios que solo confiesan
un poco de su amor fatídico
por el inevitable desencanto.

Las calles muestran cierto deseo
en las bragas que amanecen a diario
en las banquetas
en los hoteles de mala muerte
en los puentes peatonales
que escuchan de noche la metralla
de alguna grandiosa escopeta.

Y entonces la carne es blanda
y el corazón
y el escroto
y el falo es una llama en azul
y es un escupitajo de dios
apagando los fuegos fatuos
de la calma en la que hallamos razón.

Todo poeta carga bajo las manos su cruz
que en latín le afirma estar errado y loco.

Amarillo

Al menos un tipo al día
amanece muerto en esta ciudad
de borrachos en las banquetas
y drogadictos en las esquinas
esperando una puta con labios de sal
y entonces me pregunto
si la puta o el borracho
tendrán plaquetas para donar a los putos.

Debo dormir esperando un muerto
en los periódicos amarillistas de mañana
en los que nunca caben los sueños.

Sobre follar

Tengo unas ganas irremediables de follar
hoy pude haberme follado a la vecina
pero quizás pesa el doble de mi peso
eso es algo que nunca es conveniente
cuando se está del vaivén de la mar
medianamente a estas horas consciente
sabiendo lo que resisten los propios huesos.

Mi escroto es una bolsa acumulando
esta noche su escupitajo febril
mientras mi falo duerme llorando.

Hubieron tiempos

Hubieron tiempos de luces neón
de chicas que daban el alma entera
por sentarse sobre mis flacas piernas
y por beberse conmigo la vida y el alcohol
tiempos en los que el todo sin alma
resultó fragante y ciertamente hermoso
sin sentarse a esperar la estúpida calma
que vuelve el presente gris y mohoso.

Hubieron tiempos por demás nacarados
fumando tabaco y bebiendo ron
difuminando el ahora de un corazón
con miles de dardos en sí clavados.

Hubieron tiempos en los que soné
una mejor respuesta para un tal vez.

Quiero ser muy franco

Quiero ser muy franco contigo
soy un borracho y un poeta vil
que sólo puede darte bajo el ombligo
un atardecer rayando en el gris.

P.D. Estoy jodido, señorita
y en la nada mi letra de frío tirita.

Cuando te van a matar

Cuando tenía seis o siete
no lo recuerdo bien ahora
frente a mí mataron a un cerdo
y el pobre chillaba estridentemente
sus ojos eran los de un niño
quizás de misma edad que yo
en esos tiempos en los que vi
de puntitas acercarse la muerte.

Comí su costillar horas después
y fue delicioso para mi paladar
y entonces entendí que los pies
no sirven cuando te van a matar.

En mis cajones

En mis cajones guardo
desordenadas ausencias
-todo es ausencia- me digo
letras desde hace más de quince años
poemas que me dan cierta pena
y la creciente constante bajo el ombligo.

En mis cajones hay sabores a cereza
un par de senos cálidos y enormes
un callejón utópico no estando a solas
una mujer que me volteó de cabeza
la belleza inmaculada de Caliope
y la senda llena de dormidas rosas.

En mis cajones hay estrellas azules
coqueteos con la chica del autobús
un abrazo con cabellera negra y china
sueños que aún no cargan con cruces
una bombilla antigua aún con luz
y un amor queriendo estar en cinta.

En mis cajones guardo
también un poco de ebriedad
y el azul en espiral de mi tabaco.

Frente a mí un borracho

Frente a mi un borracho camina
zigzagueante por el oscuro sendero
en el que otrora hubo un tenue césped
las lámparas sobre nosotros blanquecinas
y los roedores la hierba comiendo
que bajo los pies pierden su verde.

La ciudad es culo escupiendo mierda
puñados de cal sobre los perros muertos
y nadie hasta entonces ha notado la guerra.

Asumo la belleza

Asumo la belleza dentro de un caos
que jamás ha tenido cabeza ni pies
la alevosía del pecho queriendo brillar
al demonio husmeando en el después
de lo que prometió la caracola de mar.

Afuera hay muchas putas y borrachos
y gente solitaria y también chicas lindas
hay niños sin oportunidad de serlo
entre las balas y las drogas que colindan
con todo aquello que late como cierto.

Afuera hay crímenes y duras venganzas
temblores en el alma y en los huesos
carencias de vida y terribles resacas
dejándonos en la frente un frío beso
que despierta muerto por la mañana.

Asumo la belleza por propia cuenta
en el abrazo inesperado de la ausencia
en la locura que sin más viene a mí
disfrazada de versos y malas letras
que conocen el origen y nunca el fin.

Dentro hay cientos de azules angelicales
doncellas sin esperar un gris caballero
que del levante agónico las proteja
y les ahuyente del mal todos sus sueños
dentro hay un tejado ya sin tejas.

Dentro los drogadictos han muerto
las putas febriles ahora tienen marido
los borrachos se abstienen y los infantes
han dejado vilmente de ser requeridos
y los temblores son el nácar del elefante.

Yo sin embargo embriagado de vivir
en el punto medio que no es el ombligo
guardo en el corazón tantos corazones.

Mi plan siempre ha sido morir
una mañana gris de domingo
embriagado hasta los cojones.

Te escribiría un poema

De buenas a primeras
te follaría por el culo
y antes de todo
te besaría por detrás de las piernas.

Después te escribiría un poema.

Me intriga

Me intriga la vida
el humo haciendo espirales
los vaivenes producidos por la bebida
el corazón latente de la letra
si es que no miente ni pretende
mayor muerte que la propia vida.

Me intriga saber quien soy
el terrible poeta
el amable capitán de un gris barco
el empedernido borracho
que fuma y fuma ardiente tabaco
pensando en balas y en escopetas.

Me intriga más, sin embargo
toda esa mierda que nos es prohibida
y el serpentear de la mala vida.

Como una gota de sangre fresca

Como una gota de sangre fresca
naciendo lentamente de tus muñecas
o como el punto final en tinta negra
después de algunos versos amarillentos
vomitando la resaca del sentimiento.

Hay tantas formas de morir a la mano
que la vida simplemente a vivir se aferra
y entonces proliferan los gatos.

Hay tanta soledad y tantas máscaras
en estos días que carecen de carnaval
que todo se guarece tras una cáscara.

Como una gota de sangre coagulada
ya seca en el lavabo y desencantada
o como el despertar al frío de la mañana
resacoso del alma y macilento del pecho
tratando vivir a pesar de lo deshecho.